Como para la diferencia entre cronómetro y cronógrafo, la reserva de marcha es un elemento importante del reloj. Tanto los relojes automáticos como los de cuerda manual necesitan que se les dé cuerda para poder funcionar. El indicador de reserva de marcha suele aparecer en la esfera, como el indicador de combustible de un coche, e indica la tensión del muelle real en todo momento. Los de cuerda automática están provistos de un rotor que al balancearse con el movimiento del brazo genera la energía necesaria para cargar su barrilete. Y, aunque la relojería mecánica es un placer del que nadie quiere prescindir, también es cierto que a nivel práctico el cuarzo se impone -con su pequeña pila o incluso mediante carga solar- para asegurarnos años de funcionamiento ininterrumpido.
La mayoría de los propietarios de relojes mecánicos conocen la reserva de marcha de su reloj, que puede variar entre 38 y 80 horas, pero lo bueno de un indicador de reserva de marcha es que no es necesario anotar mentalmente cada vez que se le da cuerda al reloj. En su lugar, el indicador de reserva de marcha hace todo el trabajo por usted.
¿Por qué es útil la reserva de marcha de un reloj?
Tener un reloj con reserva de marcha elimina las conjeturas sobre cuánto tiempo funcionará su reloj antes de tener que darle cuerda de nuevo.